La importancia dada a la práctica de ejercicios y escalas, con un fin exclusivamente técnico, es algo habitual a lo largo de la historia de la técnica pianística.
Czerny, autor de numerosos estudios para la ejecución pianística y alumno de Beethoven, nos relata a propósito de sus clases con el maestro:
“Durante las primeras clases, Beethoven me obligó a practicar exclusivamente escalas en todas las tonalidades, enseñándome la única correcta posición de la mano y de los dedos, entonces todavía desconocida por la mayoría de los ejecutantes, así como el buen uso del pulgar.”.
Sin embargo, en este vídeo, vemos como el gran Richter, desde pequeño, se negó al estudio de las escalas, y sin embargo, pudo afrontar sin dificultad, la interpretación de nocturnos y estudios diversos de CHopin.
viernes, 23 de octubre de 2009
viernes, 9 de octubre de 2009
miércoles, 7 de octubre de 2009
experimentos del s. XX

De los múltiples experimentos que durante el s. XX llevaron a investigar a tantos pedagogos, profesores, teóricos e incluso médicos, sobre la técnica pianística, destacaremos este texto extraído del libro de Luca CHiantore, "Historia de la Técnica Pianística".
"Una aportación que roza lo anecdótico, es la demostración de que era fisiológicamente incorrecto hablar de una "caída del dedo". El objetivo era comprobar científicamente que el dedo solamente podía moverse de forma activa, y por tanto el asunto del "peso" pertenecía al brazo. Pero la comprobación definitiva e irrefutable, es digna de un relato de Edgar Allan Poe: comparar el peso necesario para el descenso de una tecla (fijado por Eugen Tetzel en 70g) con el peso de cada uno de los dedos: 19g para el pulgar, 25g el índice, 27'3g el medio...etc. Y si uno se preguntaba, cómo ha sido posible medirlos, Tetzel nos enviaba directamente a los estudios de anatomía del profesor Kopsch, el cual había seccionado la mano derecha del cadáver de un hombre adulto, en busca de los números deseados..."
lunes, 5 de octubre de 2009
El Piano en el Arte
El piano en el Romanticismo, y Beethoven, todo un mito de la música romántica. Un compositor que se dirigió a las masas, que adoptó el concepto del arte por el arte, siendo su música y su creación el centro de su obra...quizás de los primeros músicos emancipados de la Aristocracia, con total libertad creadora. Símbolo de la Libertad, el primero de los románticos.
En estas pinturas, vemos la importante labor social del pianoforte, en una sociedad en la que no existían ni radios, ni cines, ni televisión. El instrumento se convertía en el centro de toda reunión social, e incluso esa tendencia doméstica se va extendiendo a la clase media.
En los grandes salones, por ejemplo, cuando no se disponía de orquestas, se realizaban conciertos de música de piano a 4 manos para interpretar entre dos pianistas, reducciones adaptadas de las Sinfonías de Beethoven.
En fin, este vídeo es como una pequeña ventanita a ese tiempo, donde el Piano era el instrumento Rey.
(El piano como protagonista a traves de maestros como Renoir, Cezanne, Van Gogh, Boldini, Bonnard, Manet, Childe Hassam, Sirgent Sargent, etc...)
En estas pinturas, vemos la importante labor social del pianoforte, en una sociedad en la que no existían ni radios, ni cines, ni televisión. El instrumento se convertía en el centro de toda reunión social, e incluso esa tendencia doméstica se va extendiendo a la clase media.
En los grandes salones, por ejemplo, cuando no se disponía de orquestas, se realizaban conciertos de música de piano a 4 manos para interpretar entre dos pianistas, reducciones adaptadas de las Sinfonías de Beethoven.
En fin, este vídeo es como una pequeña ventanita a ese tiempo, donde el Piano era el instrumento Rey.
(El piano como protagonista a traves de maestros como Renoir, Cezanne, Van Gogh, Boldini, Bonnard, Manet, Childe Hassam, Sirgent Sargent, etc...)
viernes, 2 de octubre de 2009
Claudio Arrau
(Chile, 1903-Mürzzuschlag, Austria, 1991)
Su consagración llegó tras conquistar por dos veces consecutivas (1919 y 1920) el prestigioso Premio Liszt. Establecido en Nueva York desde el año 1941, solicitó y obtuvo la nacionalidad estadounidense en 1979. El repertorio de Arrau,abarcaba desde Bach hasta los autores contemporáneos, pasando por Mozart, Beethoven, Liszt, Schubert, Chopin o Debussy. Arrau no sólo ha sido uno de los más destacados pianistas del siglo XX, sino también uno de los últimos continuadores de una tradición interpretativa que hunde sus raíces en Franz Liszt: aquella que considera el virtuosismo técnico únicamente como un medio para servir a la música, y no como un fin en sí mismo.
"Solía llegar a las 14 horas. Así fue, por ejemplo, cuando estaba practicando Mazeppa. Incluso mi tía, que amaba la música, vino después de la décimotercera hora y me dijo: "Querido, por favor, basta. ¡Me estoy volviendo loca!". Pero a mí no me importó en absoluto. Eso fue cuando yo tenía dieciocho, diecinueve años. En otra oportunidad, recibí la factura de un vecino que había tenido que internarse durante seis meses en una clínica para enfermedades nerviosas. Eso debe haber sucedido a finales de la década de los veinte. Actualmente suelo practicar dos o tres horas. A veces, cuando estoy reaprendiendo algo o estudiando algo que jamás toqué, llego a las cinco o seis horas. Pero eso ocurre muy de vez en cuando."
(J. Horowitz: "Conversations with Arrau, 1982". )
Su consagración llegó tras conquistar por dos veces consecutivas (1919 y 1920) el prestigioso Premio Liszt. Establecido en Nueva York desde el año 1941, solicitó y obtuvo la nacionalidad estadounidense en 1979. El repertorio de Arrau,abarcaba desde Bach hasta los autores contemporáneos, pasando por Mozart, Beethoven, Liszt, Schubert, Chopin o Debussy. Arrau no sólo ha sido uno de los más destacados pianistas del siglo XX, sino también uno de los últimos continuadores de una tradición interpretativa que hunde sus raíces en Franz Liszt: aquella que considera el virtuosismo técnico únicamente como un medio para servir a la música, y no como un fin en sí mismo.
"Solía llegar a las 14 horas. Así fue, por ejemplo, cuando estaba practicando Mazeppa. Incluso mi tía, que amaba la música, vino después de la décimotercera hora y me dijo: "Querido, por favor, basta. ¡Me estoy volviendo loca!". Pero a mí no me importó en absoluto. Eso fue cuando yo tenía dieciocho, diecinueve años. En otra oportunidad, recibí la factura de un vecino que había tenido que internarse durante seis meses en una clínica para enfermedades nerviosas. Eso debe haber sucedido a finales de la década de los veinte. Actualmente suelo practicar dos o tres horas. A veces, cuando estoy reaprendiendo algo o estudiando algo que jamás toqué, llego a las cinco o seis horas. Pero eso ocurre muy de vez en cuando."
(J. Horowitz: "Conversations with Arrau, 1982". )
jueves, 1 de octubre de 2009
saludos
Bienvenidos a este pequeño espacio sobre el infinito mundo de la música. En principio, nos centraremos en anécdotas de los grandes pianistas y compositores de la música pianística, aunque no descartemos introducir alguna entrada relativa a otros aspectos musicales relacionados con conciertos, música orquestal, etc.
En esta primera entrada, no puedo dejar de rendir desde aquí un pequeño homenaje a la genial Alicia de Larrocha, a la que tristemente despedimos el pasado día 26 de Septiembre.
Espero que os guste.
En esta primera entrada, no puedo dejar de rendir desde aquí un pequeño homenaje a la genial Alicia de Larrocha, a la que tristemente despedimos el pasado día 26 de Septiembre.
Espero que os guste.
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